A review by nunuseli
La Geometria Del Amor by John Cheever

5.0

Casi que John Cheever va a ser otro escritor que hace cuentos que son una radiografía crítica de las familias de clase media-alta que viven en los suburbios. Entonces ¿cómo convenceros de que en realidad es diferente? ¿Bastará con decir que es más duro y crítico que la mayoría? ¿Y más ambiguo y esquivo? ¿Y más complejo y desconcertante? John Cheever me parece maravilloso porque lleva al límite todas lo que para mí tiene que definir un relato breve. Siempre he sido de la opinión que escribir un buen relato breve es algo sumamente difícil porque tiene que ser conciso, huidizo y con un giro final que tenga la fuerza suficiente como para que nos haga reconsiderar todo el relato. Y John Cheever es todas estas cosas. Y más.

Los cuentos de John Cheever son un prodigio de la concisión. Por ejemplo, 'El marido rural' es como una novela en miniatura: hay una cantidad de tramas entrelazadas y giros argumentales maravillosos. Por un segundo te crees que va de una cosa, pero al siguiente algo nuevo ha pasado y crees que va de otra. Y al final todo confluye. Y es perfecto.

En Cheever, también encontramos finales que te dejan con la boca abierta, como el de 'Una norteamericana culta', que tiene una mala leche impresionante para describir a una madre que no se preocupa lo suficiente de su hijo siendo una típica norteamericana culta. Porque éste es uno de los temas típicos de Cheever: las relaciones familiares, que bajo la superficie hipócrita esconden un mal rollo antológico.

'El nadador' es el cuento más famoso de Cheever y tengo que decir que la fama es merecida. Es algo impresionante. Un día un tipo decide volver a su casa nadando a través de las piscinas que lo separan de ella. Una anécdota de lo más tonta que se convierte en una reflexión escalofriante acerca del paso del tiempo y la decadencia, porque la realidad se va haciendo más y más extraña y difusa, y al final acaba bordeando el fantástico. Es casi davidlynchiano. Y muchos de los cuentos de Cheever son así. Tiene una buena colección de cuentos dedicados a la locura cuotidiana, como 'El ángel del puente' que analiza nuestros pequeños miedos irracionales e inexplicables que casi nos pueden hacer perder la cordura. Pero sobre todo 'La cura' (uno de mis favoritos), porque es perfecto porque habla de la locura pero sin mencionarla nunca, porque no sabes si está hablando de la locura o de algo real, porque tenemos el punto de vista de la persona que se está volviendo loca y que sabe distinguir la realidad de la imaginación. Y es tan sutil que asusta terriblemente porque no puedes evitar pensar que también te podría pasar a ti, porque las paranoias del narrador no son tan diferentes a las que podrías tener tú. Muy davidlynchiano.

Pero mi cuento favorito es el de 'Las joyas de los Cabot', un cuento sobre lo que no se habla, sobre lo que no se ve, un cuento que también es una novela en miniatura, con múltiples giros y sorpresas, pero con la diferencia de que Cheever ahora no quiere contarnos tanto una historia sino más bien describir un ambiente, el ambiente de una ciudad de provincias, en apariencia perfecta pero que en realidad está podrida por dentro, con un montón de secretos vergonzosos y actitudes despreciables. Pero lo más sorprendente de todo es que Cheever casi lo describe con un tono de nostalgia. En este relato hay un montón de personajes y un montón de historias/anécdotas que en apariencia no tienen relación entre sí, pero el narrador, que no se presenta hasta la mitad del cuento y aún así no lo conocemos nunca, las acaba encajando para mostrarte un fresco de lo más deprimente. Y es que Cheever es siempre profundamente amargo y en ocasiones realmente deprimente. Y siempre te deja un nudo en el estómago.