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A review by nunuseli
The History Boys by Alan Bennett
5.0
'The History Boys' es una obra ambientada en el Sheffield de principios de los años 80 y los protagonistas son un grupo de adolescentes que se tienen que preparar para hacer un examen para poder entrar en Oxford o Cambridge. Es verdad que estos jovencitos parten de unas personalidades arquetípicas, pero consiguen ser únicos y reales gracias a los diálogos (frescos, rapidísimos y vivos). Es una obra sobre crecer, enamorarse, dejar atrás la adolescencia, intentar construir tu personalidad... Es una película sobre aquellos breves meses (o semanas) que tú sabes que van a ser los últimos de una etapa, porque dentro de una fecha concreta (una fecha que tienes perfectamente marcada en el calendario) todo va a cambiar. Y empiezas a mirar el futuro con optimismo (pero también algo de miedo) y también incluso empiezas a mirar ya el presente con nostalgia.
Pero sobretodo es una película sobre aprender. Los chicos básicamente tienen dos profesores, opuestos pero complementarios. Uno es un humanista caótico que cree en la verdad y que puede hacer una clase acerca de temas tan variopintos como el uso del subjuntivo en un burdel francés. Otro es un jovencito estirado y cínico que no cree en nada, o como mucho en el relativismo absoluto, y que intenta que los chicos enfoquen las cosas desde un punto de vista distinto, lejos de los tópicos manidos. Al final la obra acaba hablando de lo maravilloso que es aprender; de que todo conocimiento es valioso, incluso el más trivial; de que la memorización de datos por si sola es absurda pero que memorizar datos también es importante; de que el conocimiento por sí sólo no es útil, que todo depende de cómo lo utilices; de que lo único que podemos hacer con el conocimiento es retenerlo un tiempo y luego pasarlo...
Pero sobretodo es una película sobre aprender. Los chicos básicamente tienen dos profesores, opuestos pero complementarios. Uno es un humanista caótico que cree en la verdad y que puede hacer una clase acerca de temas tan variopintos como el uso del subjuntivo en un burdel francés. Otro es un jovencito estirado y cínico que no cree en nada, o como mucho en el relativismo absoluto, y que intenta que los chicos enfoquen las cosas desde un punto de vista distinto, lejos de los tópicos manidos. Al final la obra acaba hablando de lo maravilloso que es aprender; de que todo conocimiento es valioso, incluso el más trivial; de que la memorización de datos por si sola es absurda pero que memorizar datos también es importante; de que el conocimiento por sí sólo no es útil, que todo depende de cómo lo utilices; de que lo único que podemos hacer con el conocimiento es retenerlo un tiempo y luego pasarlo...