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rosa44's review
funny
relaxing
fast-paced
- Plot- or character-driven? Plot
- Diverse cast of characters? Yes
4.0
El largo título de este libro captó mi atención y no me defraudó. En clave de humor aborda el tema de la Guerra Fría. El género humorístico no es lo que suelo elegir para leer; sin embargo, este libro se disfruta de principio a fin: personajes divertidos, un tema histórico de calibre mundial reducido a la disputa por una pequeña isla, moraleja incluida. Se merece cuatro estrellas.
"Tanto rusos como americanos han comprado media isla en las Sorlingas. Los rusos acusan a los yanquis de agresión, en las Naciones Unidas. Pediré más información a Nueva York".
"Los periódicos se declararon la guerra.
A la una de la madrugada, los sabuesos de Fleet Street, los corresponsales extranjeros y los reporteros de la radio y la televisión empuñaban el hacha de combate. A esa hora, los corresponsales de la región occidental ya estaban avisados, pero necesitaban refuerzos para dar una mayor difusión a la noticia".
"En un intento de conseguir una exclusiva sobre la confraternización, el cockney lanzó una lata de Coca-Cola al ruso de la torre de vigía. El centinela retrocedió horrorizado, dio una patada a la lata para lanzarla al mar y profirió un grito de aviso.
El camarada que estaba abajo creyó que se trataba de una granada. Se echó al suelo y lanzó a su vez una granada de gas lacrimógeno mientras al centinela de la torre se le disparaba accidentalmente una ráfaga de ametralladora. La granada de gas fue a parar a la tienda de la cocina y empezó a sisear".
"Rasputín había conseguido la doble nacionalidad. A medida que pasaban los días, fue engordando. Aprendió los horarios de comida de los dos lados de la alambrada.
Puesto que ahora se sabía que era inofensivo, ya no se le consideraba como un perro de guardia y gozaba de plena libertad en la isla".
—No queda mucho que ver de mi isla —dijo Albert con voz triste.
—Sólo tres millones de libras —le recordó Gin Jim Rhodes.
—Y esto —añadió Victoria—. Es lo que te golpeó.
Le tendió un afilado trozo de piedra, el único pedazo que quedaba de la isla que el
tío Alf le ganó a Fatty Hagan en una partida de póquer".
"Tanto rusos como americanos han comprado media isla en las Sorlingas. Los rusos acusan a los yanquis de agresión, en las Naciones Unidas. Pediré más información a Nueva York".
"Los periódicos se declararon la guerra.
A la una de la madrugada, los sabuesos de Fleet Street, los corresponsales extranjeros y los reporteros de la radio y la televisión empuñaban el hacha de combate. A esa hora, los corresponsales de la región occidental ya estaban avisados, pero necesitaban refuerzos para dar una mayor difusión a la noticia".
"En un intento de conseguir una exclusiva sobre la confraternización, el cockney lanzó una lata de Coca-Cola al ruso de la torre de vigía. El centinela retrocedió horrorizado, dio una patada a la lata para lanzarla al mar y profirió un grito de aviso.
El camarada que estaba abajo creyó que se trataba de una granada. Se echó al suelo y lanzó a su vez una granada de gas lacrimógeno mientras al centinela de la torre se le disparaba accidentalmente una ráfaga de ametralladora. La granada de gas fue a parar a la tienda de la cocina y empezó a sisear".
"Rasputín había conseguido la doble nacionalidad. A medida que pasaban los días, fue engordando. Aprendió los horarios de comida de los dos lados de la alambrada.
Puesto que ahora se sabía que era inofensivo, ya no se le consideraba como un perro de guardia y gozaba de plena libertad en la isla".
—No queda mucho que ver de mi isla —dijo Albert con voz triste.
—Sólo tres millones de libras —le recordó Gin Jim Rhodes.
—Y esto —añadió Victoria—. Es lo que te golpeó.
Le tendió un afilado trozo de piedra, el único pedazo que quedaba de la isla que el
tío Alf le ganó a Fatty Hagan en una partida de póquer".
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