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kbartosic's review
informative
slow-paced
3.5
informative and interesting biography. horrendously slow-paced for how long it is (and I read an 800-page biography of Napoleon in high school for kicks).
aditurbo's review
3.0
Was captivating at first, introducing me to a genius I've never heard about in a field I'm always interested in - language. But by the middle of the book I still felt I didn't get a good explanation of how the deciphering of Linear B was achieved, and felt a little bit confused about all the rest of the information thrown at the reader in a quite disorderly way. The book sort of lost me and I lost the track. I managed to pull through and enjoyed the ending, but I wish this book was edited better and had more information and clear explanations about the actual deciphering work.
weresosad's review
4.0
"The unavoidable fact is that the decipherment was an inextricable combination of intuition and logic, with the second controlling the (not always reliable) leaps of the first. This is why Ventris was a genius -and not a Beattie, or even a Chadwick or a Bennet."
Cuando un tema te fascina siempre es interesante ir más allá y leer sobre las personas que lo hicieron posible, ver más allá del mito.
Aunque se trata de una biografía muy poco al uso, ya que mezcla los avances del proceso de desciframiento con la vida de Ventris, su personalidad brillante aparece reflejada en cada página. Arquitecto de profesión y lingüista aficionado, muchos coinciden en que fue precisamente su formación ecléctica la que le permitió enfrentarse a la tarea de descifrar el Lineal B.
Y no solo fue una persona brillante en el ámbito académico, sino que siempre estuvo a la altura de sus propias capacidades con modestia, sin buscar honores ni publicitándolos y agradeciendo la ayuda y el apoyo de cuantas personas quisieron embarcarse en esta aventura.
Aún cuando su interés residía simplemente en descifrar la escritura y no profundizar en lo que podía enseñarnos del período micénico, podemos imaginarnos la emoción que debió sentir cuando se dio cuenta, esta vez sin equívocos, que los signos que tenía delante estaban en griego.
Cuando un tema te fascina siempre es interesante ir más allá y leer sobre las personas que lo hicieron posible, ver más allá del mito.
Aunque se trata de una biografía muy poco al uso, ya que mezcla los avances del proceso de desciframiento con la vida de Ventris, su personalidad brillante aparece reflejada en cada página. Arquitecto de profesión y lingüista aficionado, muchos coinciden en que fue precisamente su formación ecléctica la que le permitió enfrentarse a la tarea de descifrar el Lineal B.
Y no solo fue una persona brillante en el ámbito académico, sino que siempre estuvo a la altura de sus propias capacidades con modestia, sin buscar honores ni publicitándolos y agradeciendo la ayuda y el apoyo de cuantas personas quisieron embarcarse en esta aventura.
Aún cuando su interés residía simplemente en descifrar la escritura y no profundizar en lo que podía enseñarnos del período micénico, podemos imaginarnos la emoción que debió sentir cuando se dio cuenta, esta vez sin equívocos, que los signos que tenía delante estaban en griego.
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