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cronosmu's review
4.0
Este libro de Michael Anissimov era necesario, y es que no todos tienen la paciencia para leer las más de mil páginas con las que Moldbug puso en marcha la maquinaria del pensamiento neorreaccionario. El principal objetivo de esta obra es refutar la noción de que la democracia es el mejor —o cuando menos el más deseable— de los sistemas. Esa idea, nos dice Anissimov, no es más que una parte fundamental del credo secular de nuestra era, una mitología de la que no nos es posible dudar.
Si bien gran parte de la argumentación tiene un trasfondo liberal —sea desde el punto de vista del derecho natural, las ideas hayekianas del orden espontáneo, el análisis hoppeano de la ineficiencia de la democracia frente a los gobiernos privados, la necesidad de la propiedad y de los mercados libres y de la aberración que supone el concepto del igualitarismo—, este libro no es en modo alguno una apología al libertarismo radical en la medida en que Anissimov encuentra necesaria la existencia de un gobierno limitado pero fuerte (una monarquía, para decirlo en criollo). De hecho, muchos han llegado a considerar que lo que llamamos neorreacción no es más que postliberalismo, es decir un liberalismo basado en los valores tradicionales de occidente que desecha por completo cualquier asomo de la visión progresista. De ahí que las jerarquías devengan necesarias, así como un orden social que resguarde tales concepciones culturales, algo que el libertario relativista y pasivo encontraría inaceptable.
Como lo anuncia el título, esta es una guía contra la democracia (y aquí añado, contra el demotismo como el de los regímenes fascistas o las tiranías socialistas) y una buena introducción al pensamiento neorreaccionario, sin embargo quien desee inmiscuirse aún más en esta ideología, que es mucho más vasta que el monarquismo, tendrá que consultar otras fuentes.
Si bien gran parte de la argumentación tiene un trasfondo liberal —sea desde el punto de vista del derecho natural, las ideas hayekianas del orden espontáneo, el análisis hoppeano de la ineficiencia de la democracia frente a los gobiernos privados, la necesidad de la propiedad y de los mercados libres y de la aberración que supone el concepto del igualitarismo—, este libro no es en modo alguno una apología al libertarismo radical en la medida en que Anissimov encuentra necesaria la existencia de un gobierno limitado pero fuerte (una monarquía, para decirlo en criollo). De hecho, muchos han llegado a considerar que lo que llamamos neorreacción no es más que postliberalismo, es decir un liberalismo basado en los valores tradicionales de occidente que desecha por completo cualquier asomo de la visión progresista. De ahí que las jerarquías devengan necesarias, así como un orden social que resguarde tales concepciones culturales, algo que el libertario relativista y pasivo encontraría inaceptable.
Como lo anuncia el título, esta es una guía contra la democracia (y aquí añado, contra el demotismo como el de los regímenes fascistas o las tiranías socialistas) y una buena introducción al pensamiento neorreaccionario, sin embargo quien desee inmiscuirse aún más en esta ideología, que es mucho más vasta que el monarquismo, tendrá que consultar otras fuentes.
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